Noam Chomsky (1928-)
Noam Chomsky mostró desde pequeño un talento excepcional para el aprendizaje y el pensamiento crítico. Su interés en la lingüística se despertó durante sus años universitarios en la Universidad de Pensilvania, donde estudió lingüística y filosofía. Fue durante este período que Chomsky comenzó a cuestionar las teorías dominantes en ese momento, que veían el lenguaje como un comportamiento aprendido y condicionado por el entorno.
Teoría Generativa de la Gramática.
El trabajo pionero de Chomsky en el campo de la lingüística se centra en la Teoría Generativa de la Gramática, que desafió la noción establecida de que el lenguaje es adquirido a través del aprendizaje y la imitación. En cambio, Chomsky argumentó que los seres humanos tienen una capacidad innata para adquirir el lenguaje, que está arraigada en su estructura cerebral y en su facultad cognitiva única. Esta capacidad innata se conoce como “gramática universal”.
La gramática universal postulada por Chomsky propone que todos los seres humanos comparten un conjunto común de reglas gramaticales y principios que subyacen a todas las lenguas del mundo. Estas características incluyen la distinción entre sustantivos y verbos, la capacidad para formar frases gramaticales, la recursividad (la capacidad de generar oraciones infinitas) y otras propiedades estructurales del lenguaje. Chomsky argumenta que estas características universales son una manifestación del órgano mental lingüístico y son independientes de las diferencias superficiales que existen entre las lenguas individuales. Estas reglas y principios se consideran el punto de partida para la adquisición y producción de lenguaje. Chomsky argumentó que, a pesar de la diversidad de las lenguas que existen, todas comparten una estructura subyacente similar, lo que refleja la naturaleza innata y biológica del lenguaje.
Competencia y Actuación.
Noam Chomsky distingue entre dos aspectos del lenguaje: competencia y actuación. Estos conceptos son fundamentales en su teoría lingüística y ayudan a comprender cómo los hablantes nativos adquieren y utilizan el lenguaje.
La competencia lingüística se refiere al conocimiento interno y abstracto de una persona sobre el lenguaje. Según Chomsky, todos los seres humanos tienen una competencia innata para adquirir y comprender las reglas y estructuras gramaticales de su lengua materna. Esta competencia subyace a la capacidad de producir y entender un número infinito de oraciones nuevas, incluso aquellas que nunca se han escuchado antes. La competencia lingüística es considerada una facultad universal y biológica de los seres humanos.
Por otro lado, la actuación lingüística se refiere a la forma en que los hablantes utilizan el lenguaje en situaciones reales de comunicación. La actuación está influenciada por factores externos, como limitaciones cognitivas, contextuales y sociales. La actuación puede verse afectada por la velocidad del habla, las interrupciones, los errores y las variaciones individuales o regionales en el uso del lenguaje. Chomsky argumenta que la actuación no es un reflejo preciso de la competencia lingüística subyacente, ya que puede estar sujeta a limitaciones y variaciones.
La distinción entre competencia y actuación es importante para Chomsky porque permite separar el estudio científico del lenguaje de sus manifestaciones concretas en la comunicación cotidiana. Él sostiene que la competencia es el objeto central de estudio de la lingüística y busca descubrir las reglas y principios subyacentes que rigen el lenguaje humano. La actuación, por otro lado, puede ser objeto de estudio de otras disciplinas, como la sociolingüística o la psicolingüística, que se centran en cómo el lenguaje se utiliza y se ve afectado en contextos específicos.
Chomsky considera que la competencia lingüística es independiente de la actuación, y argumenta que los errores o variaciones observados en la actuación no reflejan necesariamente un déficit en la competencia lingüística del hablante. Según él, la competencia lingüística es una propiedad inherente a todos los seres humanos y se adquiere de manera inconsciente durante el proceso de desarrollo del lenguaje.
Si quieres aprender un poco más sobre Chomsky y sus teorías sobre el lenguaje, puedes ver este video:
Chomsky más allá de la lingüística.
Además de sus contribuciones teóricas, Chomsky ha sido un crítico feroz de la política lingüística y de la manera en que el poder y el control se ejercen a través del lenguaje. Ha señalado cómo el lenguaje se utiliza como una herramienta de manipulación y propaganda por parte de los gobiernos y los medios de comunicación. Su libro “Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media“, escrito en colaboración con Edward S. Herman, analiza detalladamente cómo los medios de comunicación moldean la opinión pública a través del lenguaje y la información que seleccionan y presentan.
La influencia de Chomsky en la lingüística y otros campos del conocimiento es innegable. Su enfoque revolucionario hacia el estudio del lenguaje ha inspirado a generaciones de lingüistas y ha llevado a nuevos avances en la investigación lingüística. Su crítica al uso del lenguaje como herramienta de poder ha tenido un impacto duradero en la forma en que percibimos y analizamos el discurso político y mediático.